Concierto Paruno - Los Blenders

El viernes me lancé a Paruno a ver a Sanje y Los Blenders, y después de mucho tiempo sin hacerlo, me animé a fotografiar un concierto otra vez. No voy a mentir: al principio me sentía algo oxidado, pero en cuanto empezó la música y levanté la cámara, todo fluyó.

Probé varias cosas: barridos para capturar el movimiento, ángulos raros, y me moví entre la gente para lograr fotos con más vida. La neta, el público fue parte clave. Me ayudó sin saberlo: con sus manos en alto, sus luces, sus brincos… todo eso hizo que las fotos tuvieran más fuerza.

Sanje trajo una energía súper potente, muy emocional. Había momentos tan intensos que solo quería dejar la cámara y disfrutar, pero también sentía la necesidad de capturarlos. Después, Los Blenders convirtieron todo en fiesta total. Luces locas, gritos, slam, chelas volando y todos cantando a todo pulmón.

Me recordó lo mucho que disfruto esto. Fotografiar conciertos no es fácil —la luz cambia cada segundo, hay gente por todos lados, no hay segundas tomas— pero justo por eso es tan especial. Hay que reaccionar rápido, dejarse llevar, y confiar en que vas a atrapar algo único.

Volver a hacerlo me dio un empujón creativo. Definitivamente no será la última vez. 💥📷

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